Cuando a los abogados nos preguntan en nuestro bufete si está ganado un pleito que nos van a encomendar, debemos decir que el que pone la sentencia es el juez y que un abogado no debe asegurar nunca un resultado. Un mismo caso puede obtener distinta sentencia si se somete a la decisión de dos jueces distintos. O que el mismo magistrado dicte una resolución distinta a otra anterior que haya suscrito para el mismo procedimiento.
En el caso de Farruquito, estoy seguro que el compañero que lo defiende le advirtió de las dos posibilidades de obtener una sentencia que le condenara a dos o menos años de prisión, u otra que recogiera una pena mayor y que, por tanto, le llevaría a prisión. Al recibir su cliente la primera sentencia, con la que evitaba la cárcel, seguramente su defensor haría lo mismo. Indicarle que no se confiara y barajara el riesgo de recibir un fallo de la Audiencia que incrementara la pena. Si en vez de ser la Sala que ha sido, hubiera juzgado otra, Farruquito podría haberse librado. Y es que, aunque no estamos ante un juego de azar, la justicia es impartida por seres humanos. Por eso, lo mejor es no arriesgarse y cumplir las normas.
El correo de Andalucía,11 de septiembre 2006.